La varicela es una enfermedad causada por el virus de la varicela-zóster. Causa un sarpullido con picazón y pequeñas ampollas con líquido. La varicela se contagia muy fácil a personas que no han tenido la enfermedad antes o no se han vacunado. Solía ser un problema generalizado, pero, en la actualidad, la vacuna protege a los niños de contraerla.
Esta vacuna es segura para prevenir la enfermedad y otros problemas de salud que se pueden presentar junto con ella.
Síntomas
La erupción provocada por la varicela aparece entre los 10 y 21 días posteriores a la exposición al virus de la varicela-zóster. La erupción suele durar entre 5 a 10 días. Otros síntomas que pueden aparecer 1 a 2 días después de la erupción con los siguientes:
- Fiebre.
- Pérdida del apetito.
- Dolor de cabeza.
- Cansancio y sensación de malestar general.
Una vez que aparece la erupción de la varicela, pasa por tres fases:
- Protuberancias abultadas llamadas pápulas, que aparecen a los pocos días.
- Pequeñas ampollas llenas de líquido, llamadas vesículas, que se forman en aproximadamente un día y luego se rompen y gotean.
- Costras y escaras que cubren las ampollas abiertas y tardan algunos días en curarse.
Nuevas protuberancias que siguen apareciendo durante varios días. Por lo tanto, puedes tener protuberancias, ampollas y costras al mismo tiempo. Puedes contagiar con el virus a otras personas durante un máximo de 48 horas antes de que aparezca la erupción. Y el virus sigue siendo contagioso hasta que todas las ampollas se hayan cubierto de costra.
En general, la enfermedad es leve en niños sanos. Pero, a veces, la erupción puede cubrir todo el cuerpo. Es posible que se formen ampollas en la garganta y los ojos. También se pueden formar en el tejido que recubre el interior de la uretra, el ano y la vagina.
Cuándo consultar al médico
Llama a tu proveedor de atención médica si piensas que tú o tu hijo pueden tener varicela. En general, la varicela se puede diagnosticar con un examen del sarpullido y otros síntomas. Es posible que necesites medicamentos que ayuden a combatir el virus o a tratar otros problemas de salud que provienen de la varicela. Para evitar contagios en la sala de espera, llama con anticipación para programar una cita médica. Informa que crees que tú o tu hijo pueden tener varicela.
También infórmale a tu proveedor de atención médica si notas lo siguiente:
- El sarpullido se extiende a uno de los ojos o ambos.
- El sarpullido se pone muy caliente o sensible. Esto podría ser una señal de que la piel está infectada con la bacteria.
- Presentas síntomas más graves, aparte del sarpullido. Presta atención si presentas mareos, confusión reciente, latidos rápidos, falta de aire, temblores, pérdida de la capacidad para usar los músculos en conjunto, tos que empeora, vómitos, rigidez en el cuello o fiebre superior a 102 °F (38,9 °C).
- Vives con personas que nunca han tenido varicela y que aún no se han vacunado contra la varicela.
- Si alguien en tu casa está embarazada.
- Vives con alguien que tiene una enfermedad o toma medicamentos que afectan el sistema inmunitario.
Causas
El virus varicela-zóster causa la varicela. Se puede propagar mediante el contacto directo con el sarpullido. También puede propagarse cuando una persona con varicela tose o estornuda y tú inhalas las gotas que se encuentran en el aire.
Factores de riesgo
El riesgo de infección por el virus que causa la varicela es mayor si aún no tuviste varicela o si no recibiste la vacuna contra la varicela. Es muy importante que las personas que trabajan en guarderías o entornos escolares se vacunen.
La mayoría de las personas que tuvieron varicela o que recibieron la vacuna son inmunes a la varicela. Cuando contraes varicela pese a estar vacunado, los síntomas suelen ser más leves. Es posible que tengas menos ampollas y fiebre leve o que no tengas fiebre. Algunas personas pueden contraer varicela más de una vez, pero esto es poco frecuente.
Complicaciones
La varicela suele ser una enfermedad leve. Pero también puede ser grave y derivar en otros problemas de salud, como los siguientes:
- Infecciones bacterianas en la piel, los tejidos blandos, los huesos, las articulaciones o el torrente sanguíneo.
- Deshidratación, que ocurre cuando el cuerpo tiene poca agua y otros líquidos.
- Neumonía, una enfermedad que afecta uno o ambos pulmones.
- Hinchazón del cerebro, llamada encefalitis.
- Síndrome del choque tóxico, una complicación peligrosa de algunas enfermedades causada por bacterias.
- Síndrome de Reye, una enfermedad que provoca hinchazón en el cerebro y el hígado. Esto puede suceder en niños y adolescentes que toman aspirina cuando tienen varicela.
En casos poco frecuentes, la varicela puede provocar la muerte.
¿Quiénes están en riesgo?
Las personas con mayor riesgo de sufrir complicaciones de la varicela incluyen las siguientes:
- Recién nacidos o bebés cuyas madres nunca tuvieron varicela o nunca recibieron la vacuna. Esto incluye a los niños menores de un año que aún no han recibido la vacuna.
- Adolescentes y adultos.
- Mujeres embarazadas que no han tenido varicela.
- Personas que fuman.
- Personas con cáncer o VIH que toman medicamentos que repercuten en el sistema inmunitario.
- Personas con una afección crónica, como el asma, que toman medicamentos que reducen la respuesta inmunitaria. O aquellas personas que recibieron un trasplante de órgano y toman medicamentos para limitar la acción del sistema inmunitario.