Una gammagrafía ósea es un estudio de diagnóstico por imágenes de medicina nuclear que ayuda a diagnosticar y controlar varios tipos de enfermedades óseas. Las imágenes de medicina nuclear implican el uso de pequeñas cantidades de sustancias radioactivas (radiomarcadores), una cámara especial que puede detectar la actividad radioactiva y una computadora que permite ver ciertas estructuras, como los huesos, en el interior del cuerpo.
La absorción del marcador es mayor por parte de las células y los tejidos que están cambiando. Como resultado, la gammagrafía ósea puede usarse para encontrar la causa sin explicación aparente del dolor de huesos, de una infección ósea o de una lesión en el hueso que no puede verse en una radiografía estándar.
La gammagrafía ósea también es una herramienta importante para detectar el cáncer que se ha propagado (metastatizado) al hueso desde la ubicación original del tumor, como las mamas o la próstata.
Por qué se realiza
Una gammagrafía ósea puede ayudar a determinar la causa de los dolores en los huesos que no tiene explicación. La prueba detecta diferencias en el metabolismo óseo que un marcador radioactivo hace resaltar en el organismo. La exploración completa del esqueleto permite diagnosticar una amplia gama de trastornos óseos, incluidos los siguientes:
- Fracturas.
- Artritis.
- Enfermedad ósea de Paget.
- Cáncer que se origina en los huesos.
- Cáncer que se origina en un lugar diferente y se propaga a los huesos.
- Infección de las articulaciones, prótesis articulares o huesos.
Riesgos
Si bien la prueba se vale de radiomarcadores para producir las imágenes, estos marcadores producen poca exposición a la radiación, menos que una tomografía computarizada.
La gammagrafía
Estarás recostado en una camilla mientras un dispositivo similar a un brazo que sostiene una cámara sensible a los radiomarcadores se desplaza por delante y por detrás de tu cuerpo. La exploración puede llevar hasta una hora. El procedimiento es indoloro.
El proveedor de atención médica puede pedir una gammagrafía ósea de tres fases, que consta de una serie de imágenes tomadas en diferentes momentos. Se toma una cierta cantidad de imágenes mientras se inyecta el radiomarcador, al poco tiempo de la inyección, y nuevamente de 3 a 5 horas después de la inyección.
Para ver mejor algunos huesos del cuerpo, el médico puede pedir una prueba por imágenes adicional llamada tomografía computarizada por emisión de fotón único. Esta prueba por imágenes ayuda a identificar afecciones que se encuentran en zonas particularmente profundas de los huesos, o en lugares que son difíciles de ver. Durante una tomografía computarizada por emisión de fotón único, la cámara toma imágenes mientras da vueltas alrededor del cuerpo.
Después de la prueba
En general, una gammagrafía ósea no tiene efectos secundarios, y no se necesita atención de seguimiento. Te pueden pedir que tomes mucha agua durante uno o dos días después para que elimines el marcador de tu organismo. La radioactividad de los radiomarcadores se suele eliminar por completo dos días después de la exploración.