El Sábado Santo es el tercer día del Triduo Pascual en el que se conmemora la muerte de Jesucristo en la Cruz y se espera su Resurrección. Durante este día de reflexión, se guarda luto y silencio recordando a Jesús en el sepulcro y su descenso al abismo.
Según la Biblia en el libro de Lucas capítulo 16 versículo 50 en adelante, Jesús fue sepultado la tarde del viernes, y permaneció en la tumba todo el día del sábado, para resucitar el domingo.
Al Sábado Santo también se le llamaba Sábado de Gloria hasta 1955, cuando el Papa Pío XII a través de una reforma litúrgica de Semana Santa estableció que sólo se llamara Sábado Santo. Además, reformó el tiempo de ayuno, el cual anteriormente se extendía desde el Viernes Santo y se redujo a sólo una hora antes de la comulgar.
Durante la noche de Sábado Santo y la madrugada del Domingo de Resurrección se lleva a cabo la Vigilia Pascual donde los fieles se llenan de esperanza por la Resurrección del Señor en el Domingo Santo. Por lo que en algunas Iglesias se realiza la bendición simbólica del fuego y el agua.
¿Qué hace la Iglesia Católica el Sábado Santo?
La Iglesia católica acompaña a María en el dolor y sufrimiento de llevar a Cristo al sepulcro junto al Apóstol Juan.
Durante el Sábado Santo se suelen predicar retiros espirituales, se recomienda la celebración del Oficio de Lectura y Laudes y, en ocasiones, los sacerdotes atienden confesiones. En cambio, no se celebra eucaristía, matrimonio ni otros sacramentos a excepción de la sagrada comunión como viático, penitencia y la unción de los enfermos.