El 2023,se realizaron 299 trasplantes a nivel nacional que corresponden a 7.57 trasplantes por millón de personas, superior al 5.59 del 2022. Así lo informaron en el INCORT, manifestaron que la prioridad para este año es el fortalecimiento institucional y la optimización del Programa Nacional de Donación y Trasplante en República Dominicana como país de referencia en materia de trasplante en la región del Caribe que sólo se logrará con la voluntad política proactiva en esta modalidad terapéutica.

La cobertura integral del trasplante renal está incluida en el Seguro Familiar de Salud (SFS) desde el 2021, asigna 3.5 millones de pesos con un solo co-pago y contempla la preparación para el trasplante, el mantenimiento del donante fallecido y del donante vivo, el procedimiento del trasplante, el seguimiento del paciente y los medicamentos. Este importante logro resultó en la eliminación de la barrera económica que limitaba a las personas que se encuentran en diálisis y requieren de un trasplante.

El Instituto Nacional de Trasplantes (INCORT) y la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), aportaron las evidencias y datos técnicos para que el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), encabezado por el ministro de Trabajo, aprobaran en octubre del 2021, la resolución 533-01 que establece la cobertura integral del trasplante renal para los afiliados a los regímenes contributivo, subsidiado y los pensionados, un tema que se encontraba en discusión desde el año 2017.

El INCORT informa que la cantidad de trasplantes proveniente de donantes vivos se ha visto en aumento. Uno de los retos que el país enfrenta, es lograr la instauración gradual de la Cultura de Donación y Trasplante, por lo que la institución cuenta con estrategias que se enmarcan en una planificación de proyectos alineados con las metas nacionales establecidas en el Plan Decenal de Salud. El objetivo es lograr que el programa en República Dominicana pueda alinearse con los programas de trasplante en el mundo, que tienen mayor tasa de donación de órganos de personas fallecidas, situación que actualmente no está ocurriendo debido a la alta tasa de negativa familiar, por lo que este es uno de los retos que enfrentan los equipos de coordinación en los centros generadores.

La importancia de ser donador de órganos radica en que un solo donante puede salvar la vida de hasta ocho (8) personas, mientras que la donación de órganos de personas vivas a sus familiares o seres queridos, solo permite la donación de órganos pares o parte del hígado.

La lista de espera de pacientes que sufren de enfermedad orgánica terminal que no cuentan con un donante vivo que los pueda ayudar a salir de la situación que viven, requiere el fortalecimiento de la cultura de donación, para que la sociedad pueda asimilarlo como algo que nos beneficia a todos, lo que permitirá que esos pacientes encuentren una oportunidad para seguir viviendo.